Aprender sobre cómo funciona un pararrayos es de gran relevancia, debido a que se trata de un sistema de protección para mitigar daños a personas, equipos y estructuras. ¿Quiere saber lo que son, para qué sirven y sus tipos? En ISTEL te lo explicamos.
La protección contra descargas eléctricas es una preocupación clave para cualquier instalación, ya sea residencial, comercial o industrial. Los rayos son fenómenos naturales que, aunque impresionantes, representan un gran riesgo debido a la enorme cantidad de energía que liberan al impactar.
Entender la consecuencia de estos fenómenos y cómo los pararrayos interactúan con el entorno es clave para valorar su importancia y garantizar una instalación segura para todos.
¿Qué son los pararrayos y para qué sirven?
Los pararrayos son dispositivos diseñados para proteger estructuras y áreas específicas de los efectos dañinos de las descargas eléctricas de los rayos. Están compuestos por un terminal captador instalado en la parte más alta de una edificación, un sistema de conductores que dirige la corriente eléctrica y un sistema de puesta a tierra que disipa la energía de forma segura, según las normas internacionales IEC.
Su propósito es interceptar el impacto del rayo y conducir su energía de manera controlada hacia el suelo, evitando que este pase a través de la estructura protegida y cause daños materiales, eléctricos o incendios.
¿Cómo funciona un pararrayos en la protección de las instalaciones?
El funcionamiento de un pararrayos se basa en su capacidad para captar las descargas eléctricas antes de que impacten directamente sobre una estructura. Cuando se genera una tormenta eléctrica, el pararrayos, gracias a su diseño y ubicación estratégica, actúa como un punto de alta conductividad que atrae las descargas.
Al captar el rayo, el dispositivo redirige la corriente eléctrica a través de un sistema de cables conductores hacia el sistema de puesta a tierra, donde la energía es dispersada de manera segura en el suelo, evitando que pase por la edificación o los equipos sensibles que esta pueda contener.
Este proceso es fundamental para la protección de las instalaciones, ya que previene daños significativos como incendios, fallas en equipos electrónicos o interrupciones de servicios críticos.
Al disipar la energía de forma controlada, reduce el riesgo para las personas que se encuentran en el interior o alrededor de la estructura.
Tipos de pararrayos
Los pararrayos se pueden clasificar en diferentes tipos según su diseño y mecanismo de funcionamiento, cada uno adecuado para necesidades específicas y condiciones particulares.
Sistemas pasivos
Los sistemas pasivos, también conocidos como pararrayos convencionales, son los más simples y ampliamente utilizados. Estos dispositivos consisten en un terminal captador metálico que actúa como punto de impacto para los rayos.
El terminal está conectado mediante conductores a un sistema de puesta a tierra, que se encarga de disipar la energía de manera segura. Su funcionamiento se basa únicamente en sus propiedades físicas, sin incluir mecanismos adicionales para potenciar su alcance o capacidad.
Pararrayos con dispositivo de cebado
Los pararrayos con dispositivo de cebado (PDC) representan una evolución tecnológica en la protección contra rayos. Incorporan un mecanismo que genera un campo eléctrico adelantado al del entorno durante una tormenta, lo que les permite captar el rayo de manera más eficiente y desde mayores distancias en comparación con los sistemas pasivos.
Esta tecnología mejora la cobertura de protección, haciéndolos ideales para grandes instalaciones o áreas con alto riesgo de impacto por rayos.
¿Cómo saber si debes instalar un pararrayo?
La necesidad de instalar un pararrayos depende de diversos factores relacionados con el nivel de riesgo al que está expuesta la instalación.
Algunos de los aspectos más relevantes a considerar son la altura y ubicación de la estructura, ya que los edificios altos o situados en áreas abiertas son más propensos a impactos de rayos. El tipo de actividad que se realiza en el lugar y la presencia de equipos electrónicos sensibles pueden aumentar la vulnerabilidad a daños.
También es importante evaluar el índice de tormentas eléctricas de la región, conocido como densidad de rayos por kilómetro cuadrado, para determinar la probabilidad de descargas eléctricas. Evaluaciones técnicas realizadas por expertos ayudan a tomar decisiones fundamentadas sobre la instalación de estos sistemas.
Protege tus instalaciones comerciales e industriales con los pararrayos de ISTEL
La protección de instalaciones comerciales e industriales va más allá de la simple instalación de un pararrayos; se trata de una estrategia integral de seguridad que incluye la elección adecuada de sus sistemas, su mantenimiento y su integración con otros dispositivos de prevención.
En este contexto, contar con empresas especializadas, como ISTEL, puede marcar la diferencia. Al elegirnos garantizamos que el sistema de pararrayos que instales va a cumplir con las normativas y adicionalmente será eficiente, fiable y duradero, adaptándose a las necesidades específicas de cada tipo de instalación.
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Por lo que no se trata únicamente de saber cómo funciona un pararrayos, sino de hacer una inversión a largo plazo que puede reducir considerablemente los costes asociados a daños materiales y paradas operativas. Con nuestros sistemas aseguramos la continuidad de tus operaciones, la protección del personal y el crecimiento y la sostenibilidad de tu negocio.